Esta noche Karl-Anthony Towns tendrá la oportunidad de dar un paso de gigante si su equipo consigue avanzar a la postemporada de la NBA. Será grandioso para él en términos personales y para la franquicia por igual, que se ha quedado sin cruzar el puente desde la campaña 2003-04.
En esa ocasión perdieron en la final de la Conferencia Oeste ante los Lakers de Los Angeles, que posteriormente perderían la final (4-1) ante los Pistones de Detroit. Towns se las juega todas cuando su equipo recibe a los Nuggets de Denver en el Target Center a las 8 de la noche en la lucha por el octavo puesto de la Conferencia Oeste.
Será un partido de permanencia o despedida, porque ambos equipos están igualados con récord de 46-35. La serie favorece (2-1) a los Wolves, que el pasado 5 de abril perdieron el último encuentro.
El centro de origen dominicano espera devolver con creces la confianza que los Wolves han depositado en él al ser escogido por esa organización como primera selección. “Esta franquicia es parte de mí. Esta franquicia me ha dado el comienzo de mi carrera”, dijo Towns al periodista Jace Frederick, del Pioneer Press.
“Me ha dado la vida que siempre quise vivir. Estoy eternamente agradecido con esta franquicia, así que sí, tomo estas cosas muy personalmente, y mañana (hoy) es un juego que es más grande que cómo me siento. Es más grande que todos nosotros”, manifestó el jugador central.
Minnesota tiene marca de 6-4 en sus últimos 10 compromisos y los Nuggets llegan con marca de 8-2, contando por victorias sucesivas sus últimos seis encuentros. Eso incluye victorias contra el Thunder, los Bucks y los Blazers. Towns le pasa de lado a ese notable resultado. “Tenemos que salir y ganar, no solo para nosotros, no para este cuerpo técnico, no para esta organización, sino para todos en el estado de Minnesota. Merecen este momento”.
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